Juan David Castilla
Coatepec, Ver.- Más de tres amuletos cuelgan del cuello de don Asunción, mientras frota un par de zapatos con un cepillo que mueve velozmente de izquierda a derecha y emite un sonido parecido al de una chicharra.
Es conocido como “vaquero galáctico” en el Pueblo Mágico de Coatepec, ubicado a diez kilómetros de la capital del estado. Tiene 66 años y su atuendo destaca entre los demás betuneros del parque “Miguel Hidalgo y Costilla”.
Asunción Rivera Carmona porta un sombrero negro emplumado con una fotografía de San Judas Tadeo y un chaleco azul marino con un listón azul cielo en el contorno; ambos adornados con estoperoles que brillan con los rayos del sol.
Debajo de su silla, casi donde sus clientes colocan sus zapatos, tiene una herradura de caballo que, a su juicio, ayuda a atraer clientela y tener mayores ganancias económicas.
Usa un encendedor para hacer una flama sobre la grasa que aplicaría para sacar brillo al calzado de sus clientes, método que ha repetido desde que tenía unos diez años.
Se trata de uno de los 17 boleros del parque, quien no ha dejado de trabajar ni un solo día, pase a la pandemia del SARS-COV-2 (COVID-19) que ocasionó el cierre temporal del lugar, pues también fue recibido en la sede de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), sobre la calle Miguel Rebolledo número 25, donde se le observa con frecuencia.
Su vasta creatividad sorprende a cualquiera. Usa un trapo para frotar la superficie del calzado y, al mismo tiempo, hacer rimas con el nombre de sus clientes, con el objetivo de ganarse su confianza y garantizar que regresen pronto.
“Juan es un cabrón, porque es un hombre sincero, el mejor modelo de edecanes por su lindo noticiero, con cualquiera él duerme por llegar a este lugar, pues es gente buena raza por venir a Coatepec nada más a darse grasa”, recita.
El adulto mayor es amigo de los animales. Mientras embellece los zapatos muestra decenas de fotografías donde aparece alimentando a las palomas y ardillas, o simplemente posando con un halcón en sus manos.
El “vaquero galáctico” es un “estuche de monerías”. También tiene talento musical. En su espacio laboral se observan por lo menos tres instrumentos que fabricó. Con la parte superior de una botella de tres litros de refresco creó una trompeta casera. El sonido es similar, lo usa con ritmo mientras golpea dos latas de aluminio para el acompañamiento de su melodía, sonando como percusiones.
Ahora se le observa en la esquina del parque, sobre las calles Luis de San José esquina Mateo Rebolledo, frente a la parroquia de San Jerónimo, cuyas celebraciones en honor al santo patrono se llevaron a cabo a finales de septiembre, de manera virtual.
Todos los betuneros modificaron su silla por las nuevas medidas sanitarias que han sido aplicadas. Colocaron un plástico para evitar el contacto con los clientes y un posible contagio, situación que ha dado resultados favorables.
Don Asunción se ha rotado con sus compañeros para laborar sólo durante algunos días en el parque “Miguel Hidalgo y Costilla”, toda vez que éste fue reabierto de manera parcial para evitar aglomeraciones.
El señor ha logrado hacer cinco boleadas en un solo día, percibiendo unos 125 pesos, en el horario permitido por las autoridades: de nueve de la mañana a cinco de la tarde.